domingo, 12 de enero de 2014

¿Porqué cuesta tanto creerse las cosas buenas?

Y yo me pregunto como me soporta, como es capaz de aguantar mi actitud de niña pequeña, mis tonterías y mis preocupaciones. Pero él insiste en que le gusta que a veces sea así, que no son tonterías ni bobadas y que lo que me preocupa le importa más de lo que creo. Porque yo misma le importó más de lo que yo pienso.
Supongo que no estoy acostumbrada a creerme lo que me gusta oír. Pienso que no puedo ser tan afortunada como para que lo que quiero se cumpla. Por eso me encanta oírlo pero dame un tiempo para creérmelo, para asegurarme de que no lo estoy soñando. Y mientras tanto dame un abrazo que valga todos esos días sin vernos, entonces me lo creeré.
Y entonces me lo creí, me hizo ver que le importo, que le preocupo, que no debo menospreciarme y que lo que me falta es creer un poco en mi. No sé si será bueno o malo, pero él me hace más fuerte. Sé que él odia depender de nadie y que probablemente no le guste esta idea. Tal vez sea de cobardes, pero yo no lo puedo evitar. Por eso solo espero que no le moleste y que siga aguantándome si de verdad quiere. 


Miedo a decepcionarle, a cansarle de mis mil bobadas, 
no hay cosa que más me asuste. 

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