Nos encanta desafiarnos entre nosotros,
competir y con ello conseguir una mayor sensación de satisfacción. Si alguien
nos dice que no hagamos algo, lo ponemos a prueba haciéndolo. Las reglas no
están hechas para nosotros, las reglas están para romperlas. El deber es lo que
esperamos que hagan los demás, sin hacerlo nosotros antes. No pretendas que
alguien se quede a tu estela, porque seguramente consiga darle la vuelta a la
situación. Somos animales indomables, a pesar de tantas leyes y normas de
comportamiento que intentan que seamos perfectos o que rocemos la perfección.
Es imposible, nadie jamás las cumplirá todas. Y no por ello tenemos que ser
peores, que se le va a hacer si lo que nos apasiona es ir en contra de todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario