viernes, 30 de noviembre de 2012

Querida princesa:



Te escribo para decirte que no me esperes. Porque puede que me entretenga con alguna que otra bruja o quizás nunca llegue. Siento ser yo el que te de la mala noticia de que nuestro cuento tal vez no tenga un final feliz. Así que mi consejo es que te quites el vestido y los tacones, metas en una maleta una docena de sueños y un puñado de estrellas y te largues lejos a escribir tu propia historia, que es injusto que me esperes a mi. Yo seguiré buscándote, pero hasta que te encuentre ¿quién te prohíbe divertirte? Así que escribe tu propio cuento, de hadas o de brujas, y no pienses en el final, al fin y al cabo, siempre acabarás comiendo perdices.

Atentamente: tu Príncipe Azul.



miércoles, 28 de noviembre de 2012


Búscame cuando te apetezca, cuando notes que me echas de menos, cuando te mueras de ganas de tenerme. Búscame cuando no tengas a nadie que te diga que te quiere. Cuando eches en falta las risas sin sentido, las caricias que erizan la piel, las conversaciones sin rumbo, los abrazos en los malos momentos y las locuras perfectas. Búscame cuando necesites alguien que te sorprenda, cuando te des cuenta que nadie tiene esos detalles que yo tenía. Búscame cuando necesites que te digan lo especial que eres, lo bonita que es tu sonrisa, lo bien que haces todo y lo guapo que estas cuando te concentras en lo que te apasiona. Cuando mires el móvil esperando una llamada que ya no llega, cuando salgas y sin darte cuenta me busques con la mirada entre la gente, cuando inesperadamente alguien te toque la espalda y al girarte esperes que sea yo. Búscame cuando necesites cerillas para encender lo que se apagó, cuando mis ojos ya no te pidan guerra, cuando las discusiones sean aburridas y los días rutinarios. Búscame cuando las canciones carezcan de significado. Cuando recuerdes los buenos momentos y te arrepientas de no tenerlos ahora. Búscame cuando tú ego necesite que le supliquen desesperadamente cariño pero, sobre todo, cuando estés dispuesto a dejarte encontrar tú después. 


lunes, 26 de noviembre de 2012

Pensar en lo pasado sin llorar porque no volverá a ocurrir. Recordar grandes momentos imposibles de revivir. Aceptar la realidad sabiendo que lo vivido no volverá a pasar. Disfrutar de un presente que cada segundo te abandona y esperar lo lejano de un 
futuro que está cada vez más cerca.
Nunca uno se da cuenta de lo que vive hasta que lo recuerda más adelante, ni sabe lo que ha perdido hasta que lo echa en falta. Y, rellenar ese vacío es la mejor manera de asegurarte volver a recordar y a echarlo de menos.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Niña María


Ya son muchos los años que llevamos festejando esta fiesta del colegio, de nuestro colegio y de todos aquellos pertenecientes a la Compañía de María. Ésta es la fiesta que celebramos en honor a la Virgen niña y es que hoy, para todos los aquí presentes, es el día de “La Niña María”, ese día que noviembre tras noviembre vivimos con la misma alegría y emoción.

Para nosotros, los alumnos de 2º de Bachillerato de la generación del 95, será ésta nuestra última Niña María y que mejor manera que vivirla este año así como el primero, con el uniforme y en procesión por el patio detrás de la virgen. La diferencia es que ya no tenemos dos o tres años ni vamos acompañados de los mayores del “cole”, sino que hoy hemos sido nosotros los mayores que hemos acompañado a los más pequeños a entregar las flores a la virgen, les hemos cedido las llaves de “La Enseñanza” y les hemos pedido que disfruten esta fiesta como nosotros lo hemos hecho. Pero esto no solo se lo pedimos a los duendes y a los de infantil sino a todos los que tenéis la suerte de pertenecer a la Compañía de María. Porque según pasen los años os daréis cuenta de que las historias de hoy son los recuerdos del mañana, que todo lo que hoy viváis aquí puede que en unos años lo recordéis con una sonrisa en la cara. Disfrutad de días como este, rodeados de compañeros y amigos, de profesores y tutores, de colegas y hermanos; olvidad por un segundo los exámenes y todo aquello que os pueda amargar este día, porque “La Enseñanza” es mucho más que eso; al fin y al cabo será como vuestra casa, igual que después de 14 o 15 años, ya lo es para nosotros. Y si me dejáis pediros un favor, me gustaría pediros que el día que lleguéis aquí arriba, al altar, sentados frente a la virgen, vestidas con el uniforme verde y negro que os acompañó desde pequeñas o bien de la manera más elegante con el traje y la corbata, seáis capaces de recordar todo lo que habéis aprendido entre estas cuatro paredes y de valorar cada momento que hayáis pasado juntos.

Pues bien, como un día dijo Santa Juana de Lestonac: “Llenad vuestro nombre. Un sello lacrado, escudo de la Compañía en sus rasgos rectos y firmes lleva grabado nuestro nombre: Compañía de María”. 


¡Viva la niña María!

domingo, 18 de noviembre de 2012


El humo de un café por las mañanas y almohadas empapadas de ti por las noches. Lluvia y mar, sombra y ciudad, nada más en una rutina que se ha llevado todo menos tu nombre. Quiero dejarte. Dejarte con las ganas de que el día tenga 25 horas. Dejarte con mi sabor y con mi aroma por toda tu piel. Con ganas de mi, con ganas de nosotros. Con ganas de empezar un para siempre. Porque sí. Porque me has hecho así. Porque contigo no existen las ganas de rendirse, ni los malos recuerdos, y el miedo pierde todo su sentido. Porque contigo el pintalabios no se queda nunca en los labios y los besos se escapan de la boca.


Sonrisas que huyen y se disfrazan de ti, camas vacías que te buscan, 
corazones que te sufren y labios destrozados 
que sólo saben decir “Vuelve”.

martes, 13 de noviembre de 2012

Ya me di por muerto una ocasión.




“Ya sé que no te gusta verme fumar, pero tengo que prender un cigarro para decirte esto. Ven, siéntate, hablemos cara a cara. No creo mucho en las relaciones, nunca creí. Es como atar un perro a un árbol. Es libre, pero hasta cierto punto. A mí me costó mucho llegar a este momento. Siempre fui como una curva. Me gusta vivir desatada, me gusta dejarme llevar. Claro, hasta que aparecen los sentimientos. Esa especie de masa fucsia que le pega a las personas en el momento menos oportuno, cómo los odio. Por eso te pido que a mí me des noches de locura, con cabezas despeinadas, con resacas mundiales.”

Santacruz - Supersubmarina





viernes, 9 de noviembre de 2012


Desde pequeño te dicen que cuando seas mayor podrás vivir tu vida como quieras, pero nadie te dice que ser mayor es complicado, que dejar de querer duele y que hay personas que no se pueden sustituir. Nadie te dice que el mundo está repleto de capullos y sobre todo de putas. Más bien te dicen que tienes que buscar al hombre perfecto: guapo, con estudios, que sea alguien importante, divertido, feliz, que te comprenda, etc., pero nunca nadie nos enseñó como hacerlo. Nadie te explica como apretar los dientes y sonreír cuando lo que tienes es ganas de llorar, ni siquiera te preparan para el dolor. Todos te dicen que la vida es muy bonita; y te enseñan modales de educación que ni ellos mismos cumplen. Te dicen que no hay que mentir, pero no advierten que luego a los que más quieres son los que te mienten y que las bocas están llenas de falsos te quieros ¿y que peor mentira hay que esa? Nunca nadie te dice que la vida no es de color rosa y que habrá días en tu vida en los que querrás no existir. No te lo dicen porque tienes que descubrirlo tú solo, porque la mejor enseñanza son tus propios errores, cuando tu mismo te das cuenta que no existe el chico ideal y llegas a la conclusión de que probablemente Romeo y Julieta no fueran de este planeta o te das cuenta de que se puede mentir en algunas excepciones o que esos días que quisieras no existir hay que afrontarlos y mirar adelante. Aunque en el momento duele darse cuenta, hemos de comprender que la vida consiste en esto, en cometer errores y aprender de ellos. Que en la asignatura de la vida eres tú mismo el profesor y el temario tu día a día.