No hay mal que por bien no venga, o eso dicen. De todo golpe se aprende y de toda caída te
levantas. De toda perdida ganas algo, lo quieras o no. Porque ni el bueno es
tan bueno ni el malo es tan malo. Puedo afirmar, sin lugar a dudas, que en dos
meses he aprendido más que en un año, y que hay que saber conocer a la gente,
dar oportunidades a quien merece la pena y despedirse de los que te hacen daño.
No se trata de jugar con las personas, ni de creer que ninguno merece la
confianza que le puedas dar; se trata de saber en quien puedes confiar y no
dejar pasar la oportunidad de conocer a alguien que puede llegar a ser una
parte muy importante de ti. Hay que saber elegir, para elegir bien, pero antes
debes saber lo que quieres y confiar en ti mismo para que todo salga como
esperamos. Hay que aprender a tener seguridad en uno mismo para saber elegir,
para que nadie te tome el pelo, para que nadie te haga sufrir ni llorar y para
saber lo que hacer o como actuar en cada momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario